¿Por qué en Argentina y Uruguay pronuncian la 'LL' e 'Y' distinto?

noviembre 23, 2019

Aunque en Argentina se encuentren varias provincias donde la doble L y la Y se pronuncian como lo hacen los demás hispanohablantes, la característica más fuerte del español rioplatense es precisamente esta diferencia con el resto del español donde se pronuncia de manera idéntica la i griega y el dígrafo elle o doble ele.

Este cambio fonético se llama Yeísmo y es un fenómeno que se da en muchas regiones del español, convirtiéndose en parte de la normalidad del idioma.
Además, nuestra región tiene un idioma español con yeísmo con rehilamiento o yeísmo rehilado. Este fonema mantiene la misma pronunciación entre dos letras completamente diferentes, parecido al shh inglés o la j francesa*. Ese clásico sonido nos distingue de las demás regiones y se utiliza con frecuencia de manera exagerada por otros países cuando quieren lograr una buena sátira.

*Para ésta aceptada deformación del idioma se han buscado posibles explicaciones, entre las que está el poema "Cielito Oriental" (1816) de Bartolomé Hidalgo (1788-1822), considerado el primer poeta uruguayo, nacido en las tierras de Provincias unidas Río de la Plata (1810-1831) que comprendía Argentina, Bolivia, Uruguay, Paraguay, partes del sur de Brasil y el norte de Chile, donde reproduce con fines satíricos el idioma portugués con la grafía:
A vosso principe reyente
Enviadle pronto á decir
Que todos vais á morrer
Y que nao le fica yente.

También hay un fragmento de crítica teatral publicada en el diario "El mensajero argentino" en 1826 que decía: "(Hay algún actor) que al pronunciar llanto, batalla y otras palabras con ll parece que pronuncia un ch medio líquido pero prolongado; y que dice chchchanto, batachchcha, etc. No hallamos otro modo de escribir esta pronunciación viciosísima"

Palabras como "champagne", "chic" o "chef" de la cultura francesa, que todavía se usan extensamente en la región y que se pronuncian con una especie de /y/ suave (sh) en vez de ch, puede ser dado por el interés de las clases altas en incorporar vocabulario elegante y sofisticado de otros idiomas (teoría de la lingüista  María Beatriz Fontanella de Weinberg, quien escribió sobre el rehilamiento bonaerense en los años 80 y 90.)
Área donde se localizan las principales urbes del español rioplatense.
*Hacia finales de 1851 Juan Manuel Beruti (1777-1856, hermano del famoso militar Antonio Luis Beruti) apunta que "El gobernador del Entrellidos Justo Vrquiza había aceptado la renuncia anual al poder elevada por Juan Manuel de Rosas". El Entrellidos es "el Entrerríos", la manera antigua de llamar lo que hoy se conoce como la provincia de Entre Ríos.
En Entre Ríos la rr se pronuncia asibilada, como en toda una mitad de la República Argentina. La reproducción de la rr suena ž, por lo cual ocurre que este sonido es identificado por los entrerrianos como /rr/ y por los porteños como /y/, así, al escuchar žubja los primeros piensan en rubia y los de Buenos Aires en lluvia. Beruti tomaba esto al pie de la letra, escuchó Entrerríos en boca de algún entrerriano y oyó eņtrežíos, y de acuerdo con su peculiaridad dialectal interpretó Entreryíos, luego, la conciencia de la inferioridad del yeísmo lo llevó a poner una /ll/ inexistente. Ahora bien, puede observarse que si su /y/ no hubiera tenido rehilamiento, nunca la habría podido confundir con una /rr/ asibilada. 

Entre una de las opiniones más reconocidas de la época se encuentra la del venezolano-chileno Andrés Bello (1781-1865) uno de los humanistas más importantes de América, maestro también de Simón Bolívar (me pareció un detalle importante). En su libro de 1834 "Advertencias sobre el uso de la lengua castellana" da una mirada detallada de la época respecto a ésta manera informal de hablar:

Los que se cuidan de evitar todo resabio de vulgarismo en su pronunciación procuran no equivocar la r con la l dicienco cárculo por cálculo, la g con la aspiración de la h, pronunciando güevo en lugar de huevo, ni la y con la ll, confundiendo haya, tiempo de haber, con halla, tiempo de hallar; y si se aspira a una pronunciación más esmerada, distinguirán también la s de la z o la c, la b de la v y la y consonante de la i que forma diptongo con la vocal que se le sigue.

No se trata de que el yeísmo no estuviera impuesto, sino de que era considerado un vicio de dicción; por eso los redactores lo evitaban. 
Luego, al siguiente año, Bello escribirá en su libro "Principios de la ortolojía y métrica de la lengua castellana" (Santiago de Chile, Imprenta de La Opinión):

Ll, Y: Es un vicio confundir estos dos sonidos, como lo suelen hacer los americanos y andaluces.

Dice "los americanos" no se refiere a algunos ni a muchos, dando a entender que los americanos que conoció eran yeístas (como los chilenos con los cuales vivía en aquel entonces).

Podríamos concluir, entonces, gracias a éstos e innumerables ejemplos que son explicados en las fuentes que dejo al final del artículo, que la mayoría del pueblo americano había tomado al yeísmo como parte de su cultura, y que muchos argentinos y uruguayos durante el 1800 (en ese entonces Provincias unidas Río de la Plata) ya sostenían un yeísmo rehilado de forma naturalizada.


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