Computadora precolombina (el smartphone Maya)

noviembre 25, 2019

El ingeniero mexicano David Esparza Hidalgo, después de 20 años de paciente investigación, logró reconstruir una computadora precolombina cuyo nombre en náhuatl es nepohualtzintzin, «forma de contar elementos de igual naturaleza».

El ingeniero en una entrevista que concedió al diario Novedades de Ciudad de México 1974, explicó que no hay ninguna máquina en el mundo que supere la velocidad de la antigua computadora utilizada por las culturas olmeca, maya y azteca, ya que casi en el momento mismo en que se marca la operación se obtiene el resultado. En sus investigaciones Esparza recorrió diversas zonas de Yucatán, Veracruz, Puebla, Oaxaca, y atando cabos, llegó a la reconstrucción de este aparato al que encontró hasta en malacates (instrumentos utilizados para hilar) y que no era otra cosa que una computadora manual. Transmitió todos sus conocimientos en el libro Nepohualtzintzin: computador prehispánico en vigencia.

El artefacto puede ser empleado con el sistema decimal o vigesimal. Se han hallado grabados y pinturas sobre el ábaco, así como variantes de oro, jade y concha. El ábaco Nepohualtzintzin está compuesto por un conjunto de cuentas alineadas en 13 hileras. Cada hilera tiene siete cuentas, para un total de 91 en todo el ábaco.
La justificación de este número son los ciclos de agricultura: 91 días equivalen aproximadamente a una cuarta parte del año (una estación); mientras que el ciclo del maíz es de 182 días (el doble de 91).

El Nepohualtzintzin se comenzó a utilizar desde 1996 en planteles de educación primaria en México. En 2009, la Secretaría de Educación Pública publicó la Guía Didáctica del Nepohualtzitzin para el Desarrollo de las Competencias Matemáticas.
Se ha reportado que en las escuelas primarias donde se utilizó el Nepohualtzintzin, "los alumnos tienden a obtener menos puntajes en las categorías de elemental e insuficiente; los grupos obtienen progresivamente mejores resultados en matemáticas, equivalentes o superiores a las calificaciones promedio a niveles estatal y nacional."

También se ha reportado que "mejora la autoestima del niño, al reconocerse heredero de la ciencia matemática náhuatl y al permitirle tener una mayor comprensión de las matemáticas y obtener mejores resultados en esta materia."
En México, el ábaco Nepohualtzintzin también ha sido empleado en la enseñanza de competencias matemáticas en niños con discapacidad visual, ayudando a desarrollar habilidades de memoria, concentración, razonamiento lógico, entre otros.

Fuente: 


- Historia de la Argentina. Universo Océano. MMVI Editorial Océano 

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