Luego de conseguir el libro Preguntas básicas sobre la ciencia (una recopilación de 1977 de respuestas cortas hechas por el famoso escritor Isaac Asimov) me dispuse a relatar - de forma más resumida, si cabe - la explicación a una pregunta que todos creemos saber pero en realidad no estamos seguros, ¿Qué es la cuarta dimensión y para qué sirve?

La palabra «dimensión» viene de un término latino que significa «medir completamente». Veamos entonces a qué se refiere.

Supongamos que en una línea recta marcas un punto fijo x, de manera que todos puedan encontrarlo con sólo leer tu descripción. Para empezar, haces una señal en cualquier lugar de la línea y la llamas «cero». Mides y compruebas que X está exactamente a dos centímetros de la marca del cero. Si está a uno de los lados, conviene llamar a esa distancia +2 y si está al otro, -2.

El punto queda así localizado con un sólo número, siempre que los demás acepten esas convenciones: dónde está la marca del cero, y qué lado es más y cuál menos. Como para localizar un punto sobre una línea sólo se necesita un número, la línea, o cualquier trozo de ella, es «uni-dimensional» (un sólo número para medir completamente).

Pero supón que tienes una gran hoja de papel y que quieres localizar en ella un punto fijo X. Empiezas con la marca del cero y compruebas que está a cinco centímetros... ¿Pero en qué dirección? Lo que puedes hacer es descomponer la distancia en dos direcciones. Tres centímetros al norte y cuatro al este. Si llamamos al norte más y al sur menos, y al este más y al oeste menos, podrás localizar el punto con dos números: +3 y +4.

O también puedes decir que está a cinco centímetros del cero y aun ángulo de 36,87° de la línea este-oeste. De nuevo dos números: 5 y 36,87°. Hagas lo que hagas siempre necesitarás dos números para localizar un punto fijo en un plano. Un plano, o cualquier trozo de él es bidimensional.

Supón que ahora lo que tienes es un espacio como el interior de una habitación. Un punto fijo X lo podrías localizar diciendo que está a cinco centímetros, por ejemplo, al norte de la marca cero, dos centímetros al este de ella y 15 centímetros por encima de ella. O también dando una distancia y dos ángulos. Hagas lo que hagas, siempre necesitarás tres números para localizar un punto fijo en el interior de una habitación (o en el interior del universo).
La habitación, o el universo es, por tanto, tridimensional.

Supongamos que hubiese un espacio de naturaleza tal, que se necesitara cuatro números, o cinco, o «hiperespacios» y calcular que propiedades tendrían las correspondientes figuras matemáticas. E incluso llegar a calcular las propiedades que se cumplirían para para cualquier espacio dimensional. : lo que se llama «geometría n-dimensional».
dieciocho, para localizar un punto fijo en él. Sería un espacio cuadridimensional, o de cinco dimensiones, o de dieciocho dimensione, Tales espacios no existen en el universo ordinario, pero los matemáticos sí pueden concebir estos
Pero, ¿Y si lo que estamos manejando son puntos, no fijos, sino variables en el tiempo? Si queremos calcular la posición de un mosquito que esté volando en una habitación, tendremos que dar los tres números que ya conocemos: norte-sur, este-oeste y arriba-abajo. Pero luego tendríamos que añadir un cuarto número que representara el tiempo, porque el mosquito habrá ocupado esa posición espacial sólo durante un instante, y ese instante hay que identificarlo.

Lo mismo vale para todo en cuanto hay en el universo. Tenemos el espacio, que es tridimensional, y hay que añadir el tiempo para obtener un «espacio-tiempo» cuadridimensional. Pero dándole un tratamiento diferente que a las tres dimensiones espaciales. En ciertas ecuaciones claves en las que los símbolos por las tres dimensiones espaciales tienen signo positivo, el símbolo del tiempo lo lleva negativo.
Por tanto, no debemos decir que el tiempo es la cuarta dimensión. Es sólo una cuarta dimensión, diferente de las otras tres.