La mentira blanca que nos han contado sobre las estatuas romanas

diciembre 26, 2019

Éste es César Augusto, primer emperador romano e hijo adoptivo de su tío abuelo Julio César, y si alguna vez has estudiado la historia romana, es posible que hayas visto ésta escultura varias veces y sepas el significado especial que tiene.
Se llama "Augusto de Prima Porta" y fue tallado en mármol en el siglo I d.C. durante su reinado, como una copia de un modelo de bronce. Ésta estatua se perdió en el tiempo hasta que en 1863 se desenterró en un suburbio de Roma (Prima Porta). Hoy vive en los Museos Vaticanos, junto a un montón de otras esculturas famosas, pero Augusto no se supone que deba verse así.
Se supone que deba verse en colores. Muchos y muy brillantes. Tal como aparece en la imagen a la derecha.


La antigua Grecia y por consiguiente Roma, fueron realmente coloridas. Sus edificios estaban llenos de intrincados frescos, elaborados mosaicos y cubierto con estatuas vibrantemente pintadas de batallas épicas, dioses relucientes o bonitas flores, por ejemplo. 

Pero hoy, la mayoría de nosotros imaginamos algo más como la estatua que tenemos de Augusto: mármol blanco brillante e impoluto hasta donde alcanza la vista.

Estábamos equivocados, pero no es nuestra culpa. Es culpa de Hollywood y los libros de texto de secundaria. Pero sobre todo, es culpa de la estatua David, o más precisamente de Miguel Ángel, el italiano que la esculpió 2000 años después y de muchos otros que hicieron los mismo con el mármol blanco.

Durante el Renacimiento (1300-1600 d.C.) distintos artistas, filósofos y científicos europeos tuvieron un renovado interés en las creaciones de la Grecia clásica y Roma. Artistas como Miguel Ángel comenzaron a estudiar esculturas romanas, como ésta: 
Laocoön y sus hijos, año 27 después de Cristo
Se enamoraron de sus figuras realistas, escena dramática, inalteradas, puras y de superficie blanca. El problema fue que las esculturas antiguas no estaban destinadas a ser blancas y nunca notaron que la pintura se había desvanecido después de ser enterrada o dejado al aire libre durante cientos de años.
Entonces, cuando los artistas del Renacimiento se propusieron imitarlos, pensaron que ésa era la manera original y ese estilo inspiró a generaciones de escultores para sus obras maestras. El mármol blanco se convirtió en la norma. 

En el camino, los historiadores del arte reforzaron este sesgo. Por ejemplo, Johann Joachim Winckelmann se le considera como el padre de la historia del arte y de la arqueología como una disciplina moderna y en 1764 escribió un libro que influyó enormemente la forma en que nos enseñan sobre arte antiguo: "Historia del arte de la Antigüedad".

En él argumentó que estatuas como El Apolo de Belvedere fueron el epítome de la belleza porque "Cuanto más blanco es el cuerpo, más hermoso es". Hizo todo lo posible para ignorar la evidencia obvia de mármol de colores, especialmente después del redescubrimiento de la antigua ciudad romana Pompeya (la ciudad que quedó bajo una capa de ceniza luego de una
explosión volcánica en el año 79 d.C.). Ya se sabía para aquél momento, sin sombra de duda, que las estatuas de mármol griego (y también los templos) estaban completamente cubiertos de color (sobre todo rojo, negro y blanco). Tratándose de colores naturales que sacaban de la tierra, los vegetales y animales, por lo que eran inestables y solubles y desaparecieron debido al tiempo y la acción del clima.

Restos de Pompeya hallados en 1748  presentaron frescos casi perfectamente conservados y estatuas de colores. Winckelmann en cambio, afirmó que eran cosas "demasiado primitivas para haber sido hecho por ellos."

A todo esto, cuando los arqueólogos redescubrieron a Augusto más de 100 años después, dijeron que su túnica era carmesí, su armadura amarilla, y su manto era morado. Ahora se encuentra en un blanco inmaculado y no está claro si perdió su color por accidente, como resultado de una limpieza excesiva, o si se retiró a propósito. 
De cualquier manera, lo mismo le sucedió a un montón de otros monumentos y esculturas famosas como el Partenón en Atenas, que alguna vez fue llamativo y para el siglo XVIII todavía quedaban indicios de color que en la actualidad no existen.

Afortunadamente, los historiadores del arte han cambiado desde entonces y creen que no se trata de lo que la gente piensa que se ve mejor, sino de lo que es preciso. Pero, ¿cómo se sabe qué colores tenían originalmente? 

Para empezar, hay algunas descripciones antiguas sobrevivientes de esculturas famosas, así es como sabemos que el Partenón una vez sostuvo una estatua de la diosa Atenea que era de marfil y oro con un casco adornado con una imagen de la esfinge; y si miras detenidamente algunas esculturas, todavía hay rastros obvios de color. Hoy, los científicos pueden extraer y analizar esas pequeñas muestras para determinar los pigmentos originales utilizados. 

Cuando no hay colores visibles, tienen un moderna herramienta: la luz ultravioleta. Ciertos pigmentos brillan bajo la luz UV, exponiendo huellas que de otro modo habrían sido invisibles. Se pueden encontrar complicados geométricos y colores saturados. sólo con éste avance. Debido a que los conservacionistas nunca agregan color al original (obviamente), usan escáneres 3D para crear réplicas de yeso que luego pintan minuciosamente.
Ver estas esculturas a todo color podría ser un poco impactante al principio, pero eso es porque solo lo hemos visto de una manera por siglos. Para los griegos y romanos, pintar una escultura lo completaba, ya que el color puede hacer que el mármol parezca humano o divino e infunde drama y emoción.

Dio vida a la historia y la mitología. Y aunque estas reconstrucciones no son perfectas, ver estas estatuas en color nos puede hacer entender un poco más cómo podría haber sido el mundo antiguo. 

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2 comentarios

  1. todo es una gran mentira (?) ! ! !

    (salvando distancias)
    no me dejes mentir, pero creo si la memoria no me falla, creeeeo, que algo similar pasaba con los guerreros de terracota, entre tantos siglos dormidos en el tiempo perdieron el color y resultaba que también eran un festival a la vista. un colorinche poderoso.
    para investigar, te la dejo picando ehh ¿?

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    Respuestas
    1. Perdón por contestar tan tarde, ha sido un mes atareado.
      Acabo de googlear y sí, tenían celestes y azules por toda la armadura, una belleza de ver.

      Muchas gracias por el datazo

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